La presoterapia ofrece una serie de beneficios innegables para la salud, pero como cualquier técnica médico estética, también es conveniente saber cuáles pueden ser los contras de su uso y saber de primera mano qué es lo que podemos esperar de esta técnica y qué no. Si te has preguntado alguna vez cuáles son las contraindicaciones de la presoterapia, ¡sigue leyendo!
¿Qué es la presoterapia y cómo funciona?
La presoterapia es un tratamiento terapéutico no invasivo que utiliza presión de aire controlada para estimular la circulación sanguínea y linfática en el cuerpo. Consiste en el uso de prendas especiales, como botas o mangas, que se inflan y desinflan de manera secuencial, generando una presión rítmica que imita el efecto de un masaje linfático. Este proceso ayuda a eliminar toxinas, reducir la retención de líquidos y mejorar la apariencia de la piel.
Más allá de las contraindicaciones de la presoterapia, esta técnica ofrece una amplia gama de beneficios para la salud y el bienestar. Algunos de los más destacados incluyen:
- Mejora de la circulación sanguínea y linfática: El masaje secuencial de presión ayuda a estimular el flujo de sangre y la circulación de la linfa, lo que contribuye a eliminar toxinas y mejorar la oxigenación de los tejidos.
- Reducción de la retención de líquidos: La presión aplicada durante la presoterapia ayuda a drenar los líquidos acumulados en el cuerpo, reduciendo así la hinchazón y mejorando la sensación de piernas cansadas.
- Alivio de la celulitis y mejora de la apariencia de la piel: La presoterapia puede ayudar a romper los depósitos de grasa y mejorar la elasticidad de la piel, lo que puede reducir la apariencia de la celulitis y promover una piel más tonificada.
- Relajación y bienestar: Durante el tratamiento, muchas personas experimentan una sensación de relajación profunda, lo que ayuda a aliviar el estrés y la tensión acumulada.
Contraindicaciones de la presoterapia: ¿Cuándo no es recomendable?
Aunque es generalmente segura y beneficiosa, existen algunas contraindicaciones de la presoterapia que debes tener en cuenta. Es fundamental que consultes con un profesional de la salud antes de someterte a este tratamiento si presentas alguna de las siguientes condiciones:
- Problemas circulatorios graves: Si padeces enfermedades graves del sistema circulatorio, como trombosis venosa profunda, tromboflebitis o insuficiencia cardiaca congestiva, la presoterapia puede no ser adecuada para ti. La presión ejercida durante el tratamiento podría comprometer aún más la circulación y empeorar tu condición.
- Infecciones agudas o fiebre: Si actualmente estás sufriendo una infección aguda, como una infección de la piel o una fiebre alta, es recomendable posponer la presoterapia hasta que te hayas recuperado por completo. La aplicación de presión podría empeorar la infección o causar malestar adicional.
- Lesiones en la piel o heridas abiertas: Si tienes heridas abiertas, quemaduras, eczemas o cualquier otra lesión en la piel en las áreas que se tratan con presoterapia, es importante evitar el tratamiento hasta que estas hayan sanado por completo. La presión ejercida durante el tratamiento podría irritar o empeorar las lesiones.
- Embarazo: Durante el embarazo, es importante tener precaución con cualquier tipo de tratamiento médico o estético. En el caso de la presoterapia, no se recomienda realizarla durante el primer trimestre de embarazo. Sin embargo, en los trimestres posteriores, la presoterapia puede ser segura y beneficiosa para aliviar la retención de líquidos y la hinchazón, siempre y cuando sea realizada por un profesional capacitado y con autorización médica.
Cuidados y precauciones durante y después de la presoterapia
Para asegurar una experiencia segura y satisfactoria, que ayuden a prevenir ciertas contraindicaciones de la presoterapia, ten en cuenta los siguientes cuidados y precauciones:
- Sigue las indicaciones del profesional: Es importante seguir las recomendaciones y pautas proporcionadas por el profesional de la salud o esteticista que te realiza el tratamiento. Ellos te guiarán en cuanto a la duración de las sesiones, la frecuencia y cualquier cuidado especial que debas tener en cuenta.
- Mantente hidratado: Beber suficiente agua antes y después de la presoterapia es fundamental para ayudar a eliminar las toxinas liberadas durante el tratamiento y mantener un adecuado equilibrio hidroelectrolítico en el cuerpo.
- Evita la exposición al sol: Después de la presoterapia, evita la exposición directa al sol durante al menos 24 horas, ya que la piel puede estar más sensible y propensa a las quemaduras solares.
- Escucha a tu cuerpo: Durante el tratamiento, si sientes algún malestar, dolor o incomodidad inusual, informa inmediatamente al profesional que te está atendiendo. Ellos podrán ajustar la presión o detener el tratamiento si es necesario.
En resumen, pese a las contraindicaciones de la presoterapia, esta técnica puede ser una opción efectiva para mejorar la circulación y reducir la retención de líquidos. Pero es esencial tener en cuenta las contraindicaciones y seguir los cuidados recomendados. Consulta siempre con un profesional de la salud antes de comenzar
